viernes, 10 de mayo de 2013

MEMORIA, Benjamín A. Araujo Mondragón




Tenerte muy presente,
pese a que han pasado
ya largo cuatro años
desde que tú partiste
a estar junto al Señor.

Tenerte en la memoria
como náufrago sin meta
sin atisbar orillas sólo
abismos y olas embravecidas
siempre; eso es el mundo,
madre, desde que tú partiste.

Tengo la certidumbre de que
cuidas de todos tus hijos
que quedamos acá,
en el desamparo.

Creo que no me equivoco
lo que digo no es sólo
ganas de escribirte
sino necesidad de hablarte;
querida madrecita,
sólo se que ese día
doloroso en que subiste
el dolor hizo mella en
nuestros corazones;
pero estoy convencido
de que allá, muy arriba,
mi padre y mi hermano
prepararon la fiesta y
dieronte bienvenida.

1 comentario:

  1. En la fotografía: mi papá (Adolfo Araujo Iniesta, yo (Benjamín Adolfo Araujo Mondragón) y mi mamá (Guadalupe Mondragón Marín)

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