martes, 2 de julio de 2013

LIBERACIÓN FEMENINA ESTANCADA: BEATRIZ RIVAS, Reyes Martínez Torrijos

Alfaguara publica edición conmemorativa por 10 años de su novelaLa hora sin diosas
La liberación femenina se estancó; hoy surgen defectos y secuelas: Beatriz Rivas
Las mujeres siguen cuidando su casa, a los hijos y chambean, manifiesta a La Jornada
La escritora aborda la vida de Lou Andreas-Salomé, Alma Mahler y Hannah Arendt


Reyes Martínez Torrijos
 
Periódico La Jornada
Martes 2 de julio de 2013, p. 5
“Se estancó la liberación femenina. Dijeron ‘ya se logró’, cosa que no es cierta, pero ya se están comenzando a ver sus defectos y todas sus consecuencias, que lo son porque no se ha logrado bien. Para ello, la relación debe ser pareja y que los hombres nos alcancen”, dice la escritora Beatriz Rivas, a propósito de la edición conmemorativa por los 10 años de publicación de La hora sin diosas.
En entrevista con La Jornada, la narradora conversa sobre el libro editado por Alfaguara, en el cual aborda la vida de Lou Andreas-Salomé, Alma Mahler y Hannah Arendt, en la primera mitad del siglo XX. El título parafrasea un texto de Lou, La hora sin Dios, escrito en 1922.
Se trata de su primera novela, a la que califica de rito de iniciación, la más querida, la que la hizo cambiar, y es su texto más visceral e íntimo. Me gustó mucho releerla. Es horrible decirlo, pero cuando la leí otra vez, sí creo que es una gran novela y me volví a enamorar de las mujeres, de las tres.
De esos tres personajes, Rivas afirma:La que más me atrae como persona es Lou Andreas-Salomé, porque es la más libre, la más juguetona, a la que más admiro por su manera de vivir sin culpas y su total independencia, pero si yo quisiera que alguna de ellas fuera mi hija, mi mejor amiga, mi mamá o yo misma, hubiera escogido a Hannah. Ella me gusta porque es la más sólida intelectualmente, es la mejor portada, en el sentido amoroso era la más respetuosa... la que logró más un equilibrio entre su vida privada y su vida pública.
Persiste el machismo
Beatriz Rivas contrasta la situación actual, donde si bien en el presente han avanzado en sus derechos, “es impresionante la cantidad de mujeres maltratadas que hay... Además, la liberación femenina les ha venido a dar un nuevo problema: siguen teniendo que cuidar su casa y sus hijos, y chambean. Tal vez hemos mejorado un poquito y hay mucha más conciencia en los hombres, pero sigue habiendo mucho machismo.
Se está empezando a condenar la liberación femenina, se están empezando a ver incluso por las mujeres, las cosas negativas. Todavía no se ven las soluciones. No son únicamente responsabilidad de la mujer, pero cada vez hay más niños que crecen sin mamá porque hay más mujeres que trabajan... y el hombre no ha entrado al quite para que la relación sea más pareja, como que se estancó la liberación femenina.
La hora sin diosas incluye una gama de reconocidos personajes masculinos como Friedrich Nietzsche, Martin Heidegger, Rainer Maria Rilke, Gustav Mahler, Sigmund Freud, Oskar Kokoschka, Gustav Klimt. Yo creo que por eso escribí esta novela, porque fue un sueño dorado vivir cerca de hombres así: pensadores, creadores, artistas, científicos, porque siempre tienen mucho que aportar, tienen vidas muy interesantes... llenas de energía y de conocimiento. Eso sí, me encantarían como amigos porque como parejas estarlos terapiando a todos, me suicido, asegura la narradora.
Foto
Beatriz Rivas durante la entrevistaFoto Luis Humberto González
El erotismo, esencial para crear
Beatriz Rivas define a su único personaje ficticio y enlace entre las historias: Daniel Ponty. Su vida es perfecta, pero tiene esta sed de conocer mujeres diferentes y cuando las conoce, enloquece con ellas, como enloquecí yo. Si cualquiera de nosotros hubiera conocido a estas mujeres, enloquece. Son admirables, también muy destructoras. Siempre y cuando te dejes destruir.
La autora explica la relación inestable entre el erotismo y el amor: “Depende de las mujeres. Por ejemplo, Lou Andreas-Salomé hablaba del erotismo casi como una filosofía y lo contraponía al amor... Para Lou, el erotismo era una manera de expresarse, un contacto, como su religión, con Dios, con la muerte, hasta una filosofía de vida, y tuvo durante toda su vida muchos amantes.
El erotismo es una parte fundamental del ser humano y es también una parte de la creación. Un creador, un artista no puede prescindir ni escindirse de esa parte de sí mismo, la del sexo y el erotismo, por eso está tan presente en mis novelas. Es una manera de relacionarse con el otro, con el mundo y con uno mismo.
Beatriz Rivas habla de la génesis deLa hora sin diosas: “De lo que quería hablar era de la mujer y ni modo que hablara de mí... y en ese momento se me hacía muy difícil inventar un personaje, entonces tomé uno de la realidad para explicar la ficción, que a la vez explica la realidad...
Tomé cosas reales para entender una ficción como autobiografía. Hay muchas frases que se supone dijeron Lou o Alma o Hannah y no son de ellas, son mías. Esto nunca lo había dicho. Es una novela basada en tres personajes reales... pero hay muchas frases que yo quería decir y en ese momento no tenía voz y no me atrevía a decirlas. Tal vez hoy sí podría expresarlas y lo he ido haciendo en mis otras novelas.
También resalta su admiración por otras mujeres célebres, las cuales incluirá en su siguiente novela, que publicará en 2014: Madame de Chatelet, de las primeras científicas, durante 15 años fue amante de Voltaire, tradujo a Newton del inglés al francés, era física, química, astrónoma, completa mujer científica, inteligente, muy avanzada para su época y además musa... El otro personaje es Gerda Taro, la compañera, hasta su muerte en la Guerra Civil española, de Robert Cappa.

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