jueves, 18 de julio de 2013

SOY DEL CARIBE: RENE RODRÍGUEZ SORIANO

René Rodríguez Soriano: “Soy del Caribe, nada sonoro me es ajeno.”

René Rodríguez Soriano, con su estilo preciosista, rítmico, su prosa poética, colorida, musical y un contenido cargado de emociones y sensaciones da vida a una obra que cautiva y atrapa al lector y que no decae en ningún momento.
Charlamos con él sobre su nueva novela Solo de flauta(Alfaguara, 2013).
Nació usted en República Dominicana pero vive en Estados Unidos, ¿qué razones le llevaron abandonar su país?
Ya creo haberlo dicho por ahí: uno nunca se va de lugar alguno. Salí a buscar hojitas de mejorana o no sé qué. Aire, tal vez para encumbrar mis chichiguas, para respirar a cierta distancia de gendarmes y chupamedias.
Ha comentado en alguna ocasión que determinados sectores de la sociedad americana miran a los escritores latinoamericanos con simpatía, que les ven “un poco como Macondo”, ¿cree que se da también esa mirada desde el ámbito de la cultura española?
Supongo que hablaba del mercado, de ese daltónico Midas de la era. A fin de cuentas, creo que desde mucho antes de la (im)plantación de la fe, nos importaba poco cómo nos mirara quien no supiera mirar.
Los escritores dominicanos que trabajan en las universidades norteamericanas, ¿promueven la difusión de la literatura de su país desde un foro tan privilegiado como es el universitario?
Como todo en la vida, estimada Teresa, hay los que trabajan y los que enseñan; nadie puede ir nadando debajo del agua más allá de donde sus pulmones resistan…
¿Tiene pensado volver algún día a su país, a su ciudad Constanza? ¿Ha cambiado mucho la sociedad dominicana desde el día en que usted decidió partir?
Siempre estoy de vuelta. La gente es la misma gente; la miseria (la otra), cambia de casa, se reelige.
Es usted profesor universitario, ensayista, poeta, novelista, publicista, además de un escritor muy premiado y de reconocimiento internacional, ¿qué le llevó a embarcarse en la aventura de crear una revista digital, suMediaIsla?
Si acaso, aprendiz de escritor. Exceso de equipaje y paja, lo demás. MediaIsla, en esta era de tanta vitrina y tanto ruido, no es más que una ventana para mirarnos a nosotros mismos. Un espacio virtual donde, de vez en cuando, se reencuentran viejos amigos para ventilar los viejos temas sin las tijeras del censor.
¿Cuáles son sus autores favoritos y cuáles sus influencias literarias?
Muchos y muchas (los autores y las influencias, buenas y malas), para no tener que recurrir al consabido listado. Sobre todo Manuelico, el viejo bocadura que en las noches nos pintaba un mundo maravilloso y sin fronteras. Después vendrían las lecturas en sesgo de lo que trataban de insuflarnos tías jamonas, catequistas y miccioneros.
Su último libro Solo de flauta comenzó a gestarse en los noventa, ¿qué proceso de maduración, qué cambios ha ido experimentado a lo largo de más de dos décadas?
En principio, pretendía que fuera un compendio que reuniera todos mis libros, todas mis cábalas y andaduras. Hasta el momento (mediados de los noventa) mis libros jamás pasaban de trece textos. Vaya a saber. Ninguna explicación consciente. Trece textos, todo un universo. Ese era el plan: armar un libro integrado por trece cuadernos con trece textos cada uno. Se hizo largo el camino. Cambié de casas. Escribí. Corté. Boté. Leí durante todo el trayecto, dentro y fuera de los márgenes. A sol y sombra. Finalmente, quedaron siete cuadernillos. Pueden leerse de ida y vuelta. De izquierda a derecha. Del centro hacia fuera. De dos en dos. A solas, despacio y a toda flauta. Siga leyendo Soy del Caribe

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