Cosas de la vida
En su mirada me reboso de silencio
en un quejumbroso tic tac de reloj
cuando desperezo en el follaje del verso.
De fuego, me hago amor a sus ojos
y su nombre en mi labio, inquietud.
Y profano en silencio su boca,
bebo su aire y se vuelve ilusorio a mis ojos.
Y la noche nos acoge en la promesa
y él lo sabe y sueña, sueña como yo y me besa,
me abraza y descompone de mi vida,
con el verso de sus ojos, la tristeza.
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