EDUCACIÓN: PÉRDIDA DE INOCENCIA, Alan Oslon

EDUCACION: PERDIDA DE INOCENCIA


Y entraba al claustro, 
me desprendían 
de los que quería,
bueno, tampoco era un espectáculo de terror,
pero todo el día
sin ver mi familia,
ya de por sí, era lo peor de lo peor.
Claro está, iba a formarme,
a aprender lo mejor,
a tener y obtener ciencia:
que cuando se realizó la independencia,
que la tierra es una circunferencia
pero con diferencia,
que Caín mató a Abel con la quijada de un burro,
que el asno es un burro intelectual
y el triángulo de Pascal
lo copió Newton, cuando Einstein
estampó de forma folclórica su rúbrica
al hacer la bomba atómica.

La verdad, no era mal estudiante,
un poco tímido, pero acucioso
en aquello de retener conocimiento,
ah, y muy iluso en ser diferente
a costa de hacerme la rata y perderme;
al otro día respondería,
seguro lo haría, eso era muy cierto.
Me aficionaba la historia,
me encantaba el juego aritmético,
el fraseo que dispone el idioma
y los sueños de los locos
que para ser ilustres hicieron el oso
y hoy los llaman filósofos,
los que contaron pasos de romances
y los luchadores utópicos;
Caballero Calderón, Soto Aparicio,
Rulfo, Borges y otros muchos escritores.
Los hombres y mujeres docentes,
muchos de ellos decentes
y otros más bien irreverentes,
fueron muy buenos profesores,
además el pensum académico
lo seguían con rigurosidad,
los rectores severos
y los compañeros para la juerga y la recocha,
una precocidad ejercida con esmero,
tanto como la intelectualidad.
 ¡Qué bueno fue la secundaria¡
sí a eso sumo que era destacado.
mis notas eran primarias, que mi corazón,
más que de enamorado,
aplicaba como referente 
para quienes soñaban ser estudiantes preferentes.

Y hoy, analizando minuciosamente,
rememorando los años que fui
a los templos del saber,
con respeto y siendo prudente,
¡cuánto tiempo he sabido perder: ¡
De que me ha sabido conocer el teorema de Pitágoras,
sí con ello no evité la bomba en Nagasaki,
de que me ufano conocer los pisos térmicos en Colombia,
sino evité la hambruna de Mozambique y si igual
dispararon los fusiles, cargando la historia,
cuando al final,
cegaron sin remordimiento pueril,
la vida de Luther King,
para saber que aletea doscientas veces por segundo el colibrí,
sí la familia Bertrand Aristide, 
mata como a las ratas de ferretería
a los habitantes de Haití,
de que me ha valido saber que la suma de los cuadrados de seno y coseno es uno,
si no me sumé para ser lo mismo, cuando Castro y Guevara,
ya lo eran levantando el comunismo
y que aún lo viven, 
en la única nación libre,
para que saber que Roma tuvo de emperador a Claudio,
un hombre torpe,
y los moros invadieron a Europa,
que erupcionan volcanes,
si no impedí ninguna catástrofe,
si no incentivé para que en la radio,
la noticia más importante fuera el abrazo de hermandad entre Inglaterra y Argentina,
cuando la primera entregaba la soberanía a la segunda delas Malvinas,
sí después de saber que los restos fósiles
hoy son petróleo,
también sé que como galletas Oreo,
los gringos arrecian como animales prehistóricos
en los pueblos que lo tienen,
los del norte lamen la crema
y los pueblos por ella mueren,
de que me sirve oír de un personaje que llamado DIOS,
que dicen es TODOPODEROSO
y es la máxima expresión 
de amor y perdón,
que vela por nosotros y es omnipresente, omnisabio;
que ÉL mismo perdone mi herejía e irreverencia
al dudar de tales capacidades,
si así fuera, no preferiría que los del norte,
para que robaran los recursos a plena luz,
de los que laboran las gentes del sur,
no hubiera permitido la masacre de inocentes
para salvar a Jesús,
no hubiera esparcido las plagas anglicanas,
que en pos de diamantes,
se enorgullecen arrogantes,
matando negros, en cuevas africanas.
en fin, preferiría ser tan ignorante y débil
para no pertenecer al club de los estúpidos,
ni a los súbditos que nos arrodillamos a los sabios,
que saben que el dios que sabe mandar,
es el dios del dinero y las armas,
que si no tiene poder intelectual, ni de bondad,
al menos sobre la vida tiene toda potestad…
yo solo soy un tonto y pobre mortal.

ALAN OSLON (ALIDES ANTONIO LONDOÑO OSORIO)