Jesús Vicente García
Un lector
–Quítate de la puerta si no vas a bajar, pinche estorbo, ¿qué, te late una bola de madrazos?, pinche cara de vendedor ambulante.
Las puertas del Metro abren y cierran. Dejo de leer. A través del vidrio dirijo la mirada hacia el ofendido silencioso, quien tiene un libro entre las manos y su mirada se enfoca hacia un tipo, también silencioso, que, a su vez, lleva un libro entre las manos.
Feisbuqueros
En el vagón de los feisbuqueros nadie te hace caso, no existes si no estás dentro del ciberespacio; de ahí el dilema de existir o no existir, “me gusta” o “ya no me gusta”. Los metrousuarios se mueven con sus cels, aifons, compus. Los ves, son, están y no están. Ambiguos seres que se exilian entre dos realidades. Su viaje en el Metro es doble; quizá ellos son los culpables de que las autoridades hayan elevado el precio del boleto de Metro.
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