A la comunidad internacional
a los indignados del mundo
a los que portan una digna rabia en sus corazones
INFORMAMOS:
La
desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro
Burgos de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, corona un proceso de décadas de
perfeccionamiento del aparato represivo del estado al servicio de los intereses
de la oligarquía internacional que pretende despojarnos de todas nuestros
bienes y derechos, incluida la vida misma.
A estas
tierras las gobiernan el narco, la oligarquía, los Congresos vendidos y un Consejo de
Seguridad Nacional donde las cabecillas de los partidos políticos que encabezan
el poder Ejecutivo, las Secretarías, de Estado y las instancias de Seguridad
(marina, ejercito, policía, inteligencia) sesionan secretamente para acordar
cómo dar rienda suelta a las políticas de cooperación con América del Norte. El
Estado mexicano ha puesto a su disposición este Consejo de Seguridad Nacional y
ha modificado durante la última década la constitución a través de la Ley de
Seguridad Nacional para otorgar poderes plenipotenciarios al presidente en caso
de cualquier afectación interna de la seguridad. Nosotros somos esa afectación
interna: los campesinos, los maestros, los estudiantes, los trabajadores, los
jóvenes. La seguridad que exigen los de
arriba para hacer sus negocios multimillonarios es la no oposición de los
pobladores. Es la no-crítica, el
silencio de los de abajo. Para ellos
somos un obstáculo. En sus leyes, nos llaman terroristas, delincuentes,
vándalos. Nosotros le llamamos rebelión.
Nuestro
sentido de la justicia y dignidad ha sido ofendido, nuestra rabia es enorme y
nuestro duelo es profundo. Tan profundo como las fosas que inundan de cadáveres
nuestras tierras; tan
profundo como los pozos que fracturan los ejidos en miles de comunidades en
busca de petróleo, minerales e hidrocarburos; tan profunda como los pactos
y la secrecía que se guardan el crimen organizado y el Estado para enriquecerse
y fortalecer los cuerpos represivos y el paramilitarismo con el fin de
garantizar los saqueos y el despojo de miles de habitantes; tan profunda como la política
de miseria y muerte que pretende legitimar el uso de la fuerza pública para
callar nuestra rabia.
SOMOS los huelguistas del 99 en la
UNAM, la educación pública, gratuita e irrestricta es nuestra bandera. Somos
los altermundistas en Cancún en 2001 y en Guadalajara en 2004, no cederemos a
los organismos financieros y los cotos de poder internacionales. Somos los
adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y los caminantes de la
Otra Campaña en 2005: los partidos políticos no nos representan. Somos los
pupilos de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca: somos comuna, somos
barricada. Somos los estudiantes solidarios con el pueblo de San Salvador
Atenco en 2006: somos Alexis Benhumea y los presos políticos estudiantes,
defensores de los derechos humanos y territoriales. Somos la denuncia del
asedio militar a las comunidades zapatistas, somos la Digna Rabia 2008. Somos
Occupy Bolsa de Valores y Coyoacán, somos 15M, somos el 99% de la población.
Somos los compañeros de los electricistas del SME y los pensionados atacados
por las reformas laborales: somos los que luchan por una vida digna. Somos los
hermanos de los masacrados en Salvárcar, Cd. Juárez: el movimiento contra la
militarización de nuestras vidas. Somos los niños y los padres de la Guardería
ABC, somos #YoSoy132, somos AntiEPN: No confiamos en el sistema electoral,
denunciamos la imposición, somos 1Dmx y decimos ¡No! a las Reformas estructurales.
Somos los futuros maestros, los aliados del Movimiento Magisterial de 2013,
somos 1Smx. Somos 2 de Octubre. No Olvidamos. Somos #43Ayotzinapa. Somos
#FueraEPN. Somos la capucha, no
permitiremos que los cuerpos represivos nos agredan y apresen de brazos
cruzados. Somos la defensa de aquellos que no portan una. Y cuando la capucha
se va, trabajamos en los campos y en las comunidades, en los barrios y en las
escuelas, defendemos a los animales, el territorio, el ambiente, defendemos la
vida.
Desde los
corazones de las escuelas, desde el pulmón de las comunidades, barrios y
pueblos de México ¡No olvidamos! Somos la generación que nació con los fraudes
electorales, las componendas de los partidos políticos en México, la traición a
los Acuerdos de San Andrés Larráinzar. SOMOS la generación que vio morir a un
país y caer de una en una las instituciones que deberían estar ahí para
garantizar un orden, una ley, una serie de principios mínimos de convivencia.
No acatamos el mandato de los poderosos, ni seguimos los consejos de
reformistas ni de los “sociedadcivilista” acostumbrados a vivir del supuesto
orden que poco a poco nos ha ido aniquilando.
Somos
la comuna del agravio. Nuestro horizonte crece, se abre y se empodera. Somos la
asamblea errante, la discusión en voz alta, somos la escuela, la ocupa, la
calle. Somos comité de lucha, las experiencias que nos ligan: nos reconocemos, nos organizamos, nos
reencontramos. Arrastrados por la
tormenta de las políticas de miseria del neoliberalismo, hemos encontrado el
ojo del huracán en la autorganización y en la resistencia: es el vilo de
nuestra esperanza.
DENUNCIAMOS:
Que a pesar
de la legitimidad de la protesta y el claro mensaje #FueElEstado que ha traído
consigo el caso de los normalistas de Ayotzinapa, la represión avanza
sistemáticamente, y amenaza nuestra integridad física y moral. El mensaje es claro:
asesinatos impunes a periodistas y a líderes sociales; detenciones arbitrarias
a jóvenes estudiantes, entre ellos Jaqueline Selene Santana y Bryan Reyes que
fueron sustraídos de sus casas y se encuentran recluidos. Persecución y acoso
personalizado a Julián Ramírez y a Genaro Bitari Rojas, estudiantes de la
Universidad Veracruzana cuyo único delito ha sido manifestarse y decir la
verdad acerca de lo que pasa en el estado de Veracruz. La policía militarizada
ingresa a las universidades a sembrar el terror. Las cárceles están llenas de
presos políticos, jóvenes, comuneros, pobladores de las resistencias,
dirigentes de organizaciones, mujeres y migrantes. Las fosas se colman de
cadáveres sin nombre. El hostigamiento, el espionaje, las detenciones, los
homicidios, las desapariciones forzadas se han vuelto nuestro pan de cada día.
Por eso ADVERTIMOS a la comunidad internacional: Nos preocupan las cartas de los de arriba.
Nos alarma que el Ejército obtenga poderes plenos para mandatar a todas las
otras fuerzas armadas y las policías militarizadas para reprimirnos, para
masacrarnos. Nos preocupa la reproducción de los grupos paramilitares. Nos preocupa que EPN no ha dejado de
advertir en sus últimos comunicados sobre el necesario uso de la fuerza
pública. Y más nos preocupa que infundan su miedo en la población. Que nos
inmovilicen, que cunda el pánico, que se justifique el uso de la fuerza pública
para normalizar las tensiones en el régimen: nos atemoriza que silencien con
sus armas nuestra digna rabia.
ADVERTIMOS, a la comunidad internacional, acerca de
las condiciones en México, la creciente militarización del país y la ausencia
de poderes políticos y jurídicos confiables y legítimos que garanticen la paz
para nuestros pueblos. Más aún, sobre el riesgo de un golpe militar, una
dictadura constitucional, que traiga consigo el cese de todas las garantías
individuales de la población.
Hacemos un fraterno llamado a la comunidad
internacional, a los intelectuales, artistas, personajes públicos, individuos
indignados, organizados o no, a pronunciarse y manifestarse de todas las formas
posibles y con todos los medios a su alcance en contra del uso de la fuerza
pública, en contra de la represión y el cese a los hostigamientos hacia la
población en México. Por la disolución del Consejo de Seguridad Nacional y la
Ley de Seguridad Nacional. Por el cese a la criminalización de la protesta. Por
la libertad de todos los presos políticos.
Estamos
en sus manos y en nuestras manos también que se alzan con la digna
rabia en defensa del mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones.
¡Vida y digna rabia para todos!
Fraternalmente
Quienes
suscriban
Xalapa, Veracruz, noviembre de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario