viernes, 28 de noviembre de 2014

HACER UN GRAN RÍO DEL MUNDO, Gabriela Rodríguez

Hacer un gran río del mundo
Gabriela Rodríguez
R
ecientemente se ha puesto en evidencia la grave situación en que se encuentran las y los jóvenes del mundo; particularmente en México están llenando las calles para protestar por las condiciones de exclusión e injusticia que se han puesto al desnudo ante el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, los ejecutados de Tlatlaya, los 11 jóvenes criminalizados por protestar y lo que se acumule en la semana. Desafortunadamente, la exclusión no comienza en la etapa juvenil, también las niñas, los niños y los adolescentes son blanco de la exclusión y del maltrato.
En días pasados, en el contexto del 25 aniversario de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CIDN), la organización Fondo Unido México, que está enfocada en el desarrollo y la protección a la niñez por medio de la transformación de comunidades, presentó los resultados de una encuesta para darle voz a 6 mil 40 niñas y niños que tienen entre 10 y 12 años, pertenecientes a 40 países, incluyendo México. La acción es parte de la búsqueda de mecanismos para que esas voces se tomen en cuenta en la Agenda Post 2015 y para que queden enunciadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que es el instrumento privilegiado para diseñar la agenda internacional.
Es evidente y alarmante que las personas menores sufren de las peores formas de violencia y explotación, expresó en rueda de prensa Sonia Bozzi, directora del Fondo Unido. El estudio revela que un tercio de las y los encuestados (32 por ciento) consideran que no se cumple la protección de sus derechos y una quinta parte opina que en su país, nunca o casi nunca están protegidos del abuso físico o sicológico. Las condiciones económicas aparecen como una variable determinante. Son contrastantes las diferencias entre niñas y niños de países con economías dependientes, respecto de las y los que pertenecen a países con fuertes economías. En el caso de los primeros, los derechos no respetados son principalmente el acceso a la educación y el tiempo para estudiar, respuesta señalada únicamente por 4 por ciento de quienes pertenece al segundo grupo. Una tercera parte de niñas y niños del primer grupo se sienten siempre protegidos ante el maltrato, situación registrada por más de la mitad de quienes viven en países con fuertes economías. En ambas modalidades de país, la falta de protección ante el abuso, la violencia y asesinatos fue señalada por 15 por ciento de niñas y niños del mundo, aunque en México esta cifra llegó a 19 por ciento. Hoy nuestro país está por encima del promedio de América Latina. Ante la pregunta ¿Qué tan frecuentemente es que ocurran abuso, violencia y asesinatos en tu país?, 49 por ciento de las niñas y niños mexicanos contestaron que ocurre a veces, cuando en el ámbito mundial esta respuesta la dió 43 por ciento, y en América Latina, 46.
A fin de detectar las percepciones hacia el futuro, impacta la más alta prioridad que asignarían a la educación y a las tecnologías, aunque con menor porcentaje en México. Ante la preguntaSi tú fueras el líder de tu país, ¿qué harías para mejorar las condiciones de vida de niños y niñas? 39 por ciento del ámbito global mencionó Mejorar la educación y el aprendizaje y proveer tecnologías; esta fue la respuesta para 43 por ciento de niñas y niños que viven en América Latina y de 23 por ciento de las y los mexicanos. Y como era de esperarse, Proveer seguridad ocupó un altísimo lugar entre nuestros pequeños compatriotas, lo cual fue señalado por 35 por ciento, frente a 24 de niñas y niños del mundo y 27 de América Latina. Por si faltara, la quinta parte de nuestros menores afirman no ser tratados con amor ni respeto y dijeron que experimentan discriminación. La libertad de expresión de niños y niñas no ha llegado a ser un derecho generalizado en el mundo, solamente 11 por ciento dice que en su país tienen el derecho de expresar su opinión, y que los adultos los toman siempre en cuenta. A este respecto se colocan a la vanguardia niñas y niños de Suecia, Francia y Corea, con 50, 49 y 46 por ciento, respectivamente, pero ser escuchados y tomados en cuenta lo reportó 22 por ciento de quienes viven en Estados Unidos y 15 por ciento de las y los mexicanos.
El estudio demuestra que las personas menores no han cobrado prioridad en las políticas de Estado, y que mucha gente no quiere a los niños ni a las niñas, incluyendo a los propios familiares, lo cual ocurre en mayor medida en países pobres. Tal vez ese dato se relacione con la cantidad de niños que nacen sin haber sido deseados. Jesús, un chico guatemalteco de 12 años entrevistado en ese estudio, expresó: Muchos niños y niñas han sido maltratados por sus padres. Los niños no deberían ser más abusados. Si yo fuera un líder, yo ayudaría a los niños abusados y les aconsejaría en su educación.
Urge dignificar a la niñez y a la juventud. A 100 años del nacimiento de José Revueltas, recordamos que a sus 14 años él fue apresado por colgar una bandera comunista en la Catedral Metropolitana. Hay un océano grande de tristeza/ Quisiera tener un corazón lleno de trigo/ y mi pobre corazón es muy pequeño/Hay que hacer un gran río del mundo/ juntar nuestros pulsos hasta formar un gran cielo/ Un cielo del que llovamos redivivos/ nuevos, virtuosamente limpios y dispuestos (José Revueltas, Canto irrevocable, Mérida, 1938).
twitter: @Gabrielarodr108

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