SEÑOR DESNUDO/A Benjamín Araujo
A la sombra del azul
Sin quebrar la transparencia de tu aura,
Tocar el sol mi anhelo
Al verte tan cerca y tan lejano
Intocable y ajeno,
Como el brote de la cascada
En lo alto de una roca.
Heme aquí, el universo mi pañuelo
Para escribir tu nombre y el mío
Y que todos se enteren,
Que en la boca de un nevado
Nunca se extingue el fuego.
Xinantecatl a ti de nuevo
Que no respiren profundo en tus laderas
Lluvia que cae al azote del calor,
Jamás volverán oscura
Tu nívea cabellera.
Más ahora…
¿Qué persigo Señor Desnudo?
A lo lejos, otra vez cercano al cielo te dibujan
Plata y verdes al paso del caminante
Que se arrodillan tan solo
Ante tu mirar tan puro.
Y mañana, cuando tu interior se esfuerce
Oscura sangre serán tus laderas,
Rojos encendidos, boca de león
Anciano venerable,
Sabio que calla y espera.
Momento propicio para gritar
Un respiro al frío inclemente,
Para honrar con lava hirviente
Lo duro de las rocas,
Que bramarán como león herido
Al bajar de la cuesta veloces y altaneras,
Como lava, para adornar la montaña
Con rocas cantoras y plañideras.
Y entonces al huir despavoridos
Se hallarán los que ayer necios fueron
Que armaron crucifijos en el suelo,
Y mataron la vida de los niños
Honrando a la muerte sin temor,
Mientras en tu lomo fino de montaña
El Señor Desnudo horrorizado
Cubría su rostro de nuevo
Cual novia en la puerta de una iglesia
Con su magma simulando amor
En lo blanco de tu cabellera.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 12/15
Las fotografías tienen como autor a Raúl Arturo Díaz Sánchez.
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