domingo, 18 de enero de 2015

TRÍPTICO DEL BIEN DECIR, Ronald Bonilla (Costa Rica)

I
ES ASÍ COMO...
Es así como el viento,
la respuesta ululante del abrazo de Dios,
se desata entre nos y nos traspasa.
Es así como el árbol,
lanzado hacia el abismo de la altura,
con sus racimos y sus parásitos amados,
se planta ante nosotros y nos habla.
Es así que la flor,
respuesta de roja vibración ya matutina,
abierta en sus labios de primitivo dulzor
se brinda en las retinas con su música suave,
se embelesa en el aire,
se queda para siempre
cual muchacha preñada y es ya olvido
en la inmortal cercanía.
Es así como blande tu silueta y tu paso
la sonrisa del día,
la falda ondulante con el viento enredado;
la piel es naciente de la piel de los árboles,
más tersa, más blanda,
más alerta que la transparencia del agua.
Es así como vienes, soñadora de instantes,
atrapando miradas,
flor en la vida del poeta noctámbulo,
flor en la sangre
del caudaloso amante.
II
ESTO ES VIVIR
Esto es vivir, vivir el viento,
vivir las hojas secas ya caídas
macerándose lentas.
Esto es vivir: un pálpito,
escuchar la sirena, los pasos del corredor,
impregnarse del hálito
y recordar cómo el tren nos trepida de pronto
las luciérnagas idas.
Hay temblores también
vigilando ventanas;
amantes que por vez primera
se dan las manos
y es como tromba el beso
que retumba en la sangre.
Eso pasa en la tarde en que ya no pasa nada,
solo el viento, el cuaderno,
la rampa, el caminante,
un roto zapato que me sostiene la vida.
Otro no tan gastado
como mi corazón pensante.
Esto es vivir, carajo:
se es la fe de un camino,
las ganas de palabras nunca dichas,
el poema soñando que ya no falta nadie...
al banquete, a la silla,
a esta actitud del árbol
que ya lo tiene todo.
No alcanzará el pan,
la sábana tampoco cubrirá los pies,
pero seguimos amando
lo inaudito del viento que se queda en las ramas.
III
ESTO QUE TE DIGO
Esto que te digo
no tiene solución.
Ésto que barajo, que rasgo entre dientes
siquiera tiene absolución.
Yo podría esperarte bajo el almendro aquel,
decirte que ya no vengas más
aunque me muera,
que ya estás dilatada, que ya no pienses tanto:
bailemos esta noche
las últimas distancias,
las que fueron pronunciadas
aunque callara el morbo.
Hay siempre un escándalo de miel
detrás de los relojes.
Lo dijo César jugando a bestezuelas,
lo dijo Gioconda un día
que estaba mal enamorada
y disfrutaba el sexo.
Esto te lo digo en son de broma:
no tiene la mínima resolución en sol mayor.
Por eso cerremos con llave nuestra alcoba,
no vaya a ser que nos dejen afuera
en este instante
y seamos solo los que dormimos juntos,
ya sin besos.
De mi libro APUNTES PARA UN GRAFITI
Premio UNA PALABRA 2013
EUNA, 2014

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