Vamos tú y yo cuando papá se duerma,
vámonos a morir con él un rato.
Vámonos a tirar sobre su yerma
calavera sin ojos ni retrato.
Sal de la casa con tu voz enferma.
Sácame el corazón de algún zapato.
Sácame el corazón que se me enferma
como un pan olvidado sobre un plato.
Está bajo la tierra su sonrisa,
su corazón sencillo y su cabeza,
su amar a todos. Su querer aprisa.
Anda en su lengua un grillo que tropieza.
Anda un olor de avena en su camisa.
Andas tú madre mía por su tristeza.
Daniel Robles Sasso
(1933-1971)
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