lunes, 28 de abril de 2014

DEL ARTIFICIO Y LA PALABRA, Santiago Daydí-Tolson

Del artificio y la palabra

Del artificio. PortadaSANTIAGO DAYDÍ-TOLSON [mediaisla] Quien escribe de veras, quien tiene que escribir como tiene que respirar quien vive; no puede sino ejercer a menudo sobre sí mismo la autotortura del cuestionarse cada imagen que concibe.
Debiera dejar esto aquí, piensa más de alguna vez todo auténtico escritor al sufrir las inevitables dudas sobre la validez y efectividad de sus preocupaciones y tareas. Dejar lo que está escribiendo, lo que en ese momento se le presenta como la fácil transcripción de un capricho imaginario o como el eco de algo ya dicho de la misma manera y le suena a hueco. Abandonar el ejercicio rutinario del teclado que las manos reconocen sin mirarlo, que los dedos pulsan sin sentir la magia del proceso, la chispa de energía de cada letra, el pedernal que enciende la zarza, las fogatas, los incendios, la luz multiplicada de los textos. Porque quien escribe de veras, quien tiene que escribir como tiene que respirar quien vive; no puede sino ejercer a menudo sobre sí mismo la autotortura del cuestionarse cada imagen que concibe, cada sílaba que pronuncia, cada letra que inscribe en la pantalla casi infinita y ubicua de la red.
Escribir es responder al interrogatorio incesante y despiadado al que el propio escritor se somete sin poder evitarlo. Es su oficio, es su destino. Suplicio feliz el suyo, tormento deleitoso el de escribir —masoquismo, si se quiere— el articulado artístico del idioma; placer sensual de las palabras que van dándole forma y sentido —revelación del arte— al descabellado, intrincadísimo desorden incoherente de la conciencia, la imaginación y lo entrevisto.
Escribir, como soñar y entender, es asunto de palabras. Las palabras de cada día. Palabras dibujan y desdibujan el laberinto de las emociones, palabras son las formas de la conciencia, lo que se ve y se escucha, lo que la razón labora ilusamente. Palabras las imágenes del sueño. Por eso escribir, el hacerlo literariamente, es hacer del instrumento cotidiano herramienta de lo inusitado. Es cuestión de decir la realidad de modo diferente, iluminadamente. Decir —usar la lengua— bajo el dictado del don poético del principio creativo. Es complicado artificio: oficio de artesano ensimismado.
Del artificio. 1Pero no es eso, acaso, lo que intenta hacer todo discurso humano? ¿La auténtica oración, la dicha en momentos de confusión: la plegaria de madrugada, la que disipa el estupor del despertar; y la de la noche, contra las amenazas de lo oscuro, premonición de lo inevitable?¿La conversación de sobremesa, la mentira, el pomposo sermón, la declaración de amor obtusa, la relamida ceremonia? Claro que sí: la oración de veras y la canción sentida, la verdad susurrada son todos juegos de palabras que se quieren significativos y originales. Como lo es también la plática insustancial, ensalmo que acalla toda otra voz indeseable.
Así, compite el escritor, en desventaja, con el poder redentor de la palabra cotidiana, que en sus múltiples expresiones amaga los incesantes rumores de la mente humana: ese furor de voces que la constituyen.
Así, en el alzar la voz por sobre el guirigay insaciable del decir humano, se justifica y afirma la vanidad literaria y su pretendida importancia, esa risible ilusión de que el poema puede arder como el zarzal y el escritor elevarse a las alturas de enrarecidos aires donde vuelan las águilas, cuchichean las musas y de cuando en cuando Pegaso relincha ufano y da unos golpes de ala que levantan en el cielo añil albas nubes de caspa y polvo de talco.
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SANTIAGO DAYDÍ-TOLSON (Valparaíso, Chile, 1943), ha vivido en los Estados Unidos desde la década de los sesenta. Recibió en 1973 el Doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad de Kansas y actualmente, después de enseñar en las universidades de Fordham, Virginia y Wisconsin-Milwaukee —de la que es profesor emérito—, es catedrático de literaturas hispánicas en la Universidad de Texas en San Antonio. Ha publicado en su campo de especialización, entre sus publicaciones recientes destacan Under the Walnut Tree (2013) e Insectario (2014)

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