martes, 11 de marzo de 2014

DENTRO DEL ALMA, María del Socorro Duarte Hernández

DENTRO DEL ALMA

         De mi relación con Christian había aprendido muchas cosas, pero, en soledad, al interior de mi alma, aún me resultaba difícil ahuyentar los recuerdos. Ha sido mi trabajo, mi relación con los niños, mis verdaderos ángeles, los, que sin saberlo, muchas veces me han rescatado.

     Por aquél tiempo, ávida de ocupar mis tardes, abrí de manera independiente un pequeño grupo con el que empecé a trabajar un método experimental de aprendizaje de manera gratuita, pequeños de 4 a 6 años.

      Uva fue de mis primeras alumnas. En realidad su nombre era Zulema pero siendo una bebé  le gustaba andar en la bicicleta con su madre, apenas se le entendía lo que decía…Cuando su madre subía  a la bicicleta para ir a ser sus entregas de comida Uva estiraba sus bracitos haciendo pucheros, entonces su madre le preguntaba ¿Qué quieres?  Ella no podía decir “Que me subas”…Sólo decía “Uba”…y de ahí se le quedó el sobre nombre de Uva.

      Todas los días, mamá y la pequeña  Uva llegaban en sus bicicletas, La señora cargando su canasta de tacos y la pequeña Uva en su bicicletita  cargando su cuaderno  y su muñeca.

       Muy pronto asistiría a la Primaria y ésa mañana la madre de Uva fue a buscarme al trabajo,pues en la Escuela que estaba  a sólo unas calles de su casa le habían negado la ficha de inscripción. La entrada a esa escuela era un verdadero privilegio, por la demanda de matrícula que tenía, porque los hijos de altos funcionarios acaparaban los lugares, pero en el caso de Uva era injusto que viviendo ahí la dejaran fuera.

        Esa misma tarde por consejo de mi padre busqué a Humberto , un viejo amigo suyo.

-María, pásale,  ¿Te acompaña tu padre?
-No, he venido sola….

   Rápidamente lo puse al tanto de todo y sin dudarlo, tomó una hoja del escritorio y empezó a escribir. Al terminar me dijo, entrégale esto al Director.

-¿Debo decirle algo?
-No, no digas nada, sólo  entrégale esto…de mi parte.

  A la mañana siguiente Uva, su madre y yo estábamos haciendo antesala en la Dirección, la pequeña recorría cada rincón de la escuela ilusionada hasta que su madre la sentó junto a ella. Cuando el Director llegó nos recorrió con la mirada y me dijo:
-¿Vienen a inscribir? No hay lugares. Tal vez para el próximo ciclo escolar.
Los grandes ojos de Uva se posaron en mí, entonces me puse de pie y le dije:

.-El Profesor Humberto le manda esto
        El Director  lo leyó y enseguida respondió:
-Ah sí. Pase.

       Se sentó en su escritorio y abriendo en uno de sus cajones me dijo
-Sí, mire, aquí están los papeles que necesita traer, que se venga mañana ya lista para integrarse y decirle quien será su maestra.

      Nunca leí el contenido de ése documento….Como siempre recordé lo que  mi padre me decía sobre los amigos verdaderos, que vale más un buen amigo que todo el dinero del mundo. La amistad de mi padre con Humberto me había abierto un puerta, para que la pequeña Uva entrara a la Escuela, algo a lo que tenía derecho, pero los convencionalismos, las entradas por ”palancas” le habían intentado bloquear.

   Ése día por la tarde, Uva y su madre me visitaron en casa de mi padre, llegaron con una gran canasta de tacos, comimos, reímos al recordar la cara del Director al leer el misterioso documento.

    Horas más tarde, en  casa, mientras me preparaba para dormir, los recuerdos, ésos tristes que aparecen  en forma de una densa  nube gris llegaron…entonces, invoqué en mi defensa  la imagen de Uva, su tierna cara de grandes ojos , su risa de felicidad mientras le contaba a mi padre que ya iría a la Escuela y, la nube gris no desapareció del todo, hay cosas que son parte de uno mismo, pero, al llegar a la cama dormí feliz, plácidamente, el deber se había cumplido.


DENTRO DEL ALMA

Es mucho lo que se enaltece
De la opulencia, no naciste tú
Demasiado el elogio que se ofrece
Tan solo al que desborda pulcritud.

La mirada se ha vuelto artificial
la conquistan el rostro y la figura…
el corazón se vuelve de metal
ya no busca del alma su dulzura.

Humanidad ve con tiento
para lograr distinguir
entre un bello sentimiento
y una traición por venir.

Humanidad a los niños
siempre debes abrigar,
son la luz  en el camino
que nos falta por andar.

Es mucho lo que está guardado
dentro de tu alma  hay una canción
la protesta que no se ha pronunciado
atada a una pequeña ilusión.

Humanidad… ¡ADELANTE..!!!
el amor es tu motivo
el brillo no hace al diamante
busca el oro bajo el río.

Autora: María del Socorro Duarte Hernández




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