Polonia cultural:
esbozos de un panorama
esbozos de un panorama
Fernando Villagómez
Carteles de las películas Walesa, Hombre de esperanza y Ambassada, ambas protagonizadas por Robert Wieckiewicz |
Este año ha surgido algo sobresaliente en la vida de Lech Walesa, además de haber festejado sus setenta años, el 29 de septiembre, con mucha pompa, acompañado, elogiado y obsequiado por celebridades de todos los sectores de la sociedad polaca, además en este otoño apareció en los cines una película dedicada a su persona, escrita por el conocido escritor polaco Janusz Glowacki y dirigida por el famoso director de cine Andrzej Wajda.
El hecho resulta muy interesante porque une a tres grandes personalidades mundiales y a una posible futura personalidad del mismo calibre. Empecemos por Andrzej Wajda, persona conocida en muchas esferas socio-culturales de gran parte del mundo, donde han circulado bastantes versiones de películas dirigidas por él. De entre las más conocidas, podemos mencionar El hombre de mármol, El hombre de hierro, Cenizas y diamantes, El Canal, La Tierra Prometida, Las señoritas de Wilko, Don Tadeo, Katyń, y ésta, su última película,Walesa. Hombre de esperanza. Wajda, como pionero en la historia de la cinematografía polaca, fue galardonado en 2000 por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (ampas, por sus siglas en inglés) con un Oscar honorífico por sus numerosas contribuciones al mundo del cine. Seis años más tarde, Wajda recibió otro premio honorífico semejante al de Estados Unidos, durante el Festival Internacional de Cine de Berlín: el Oso de Oro, en reconocimiento a toda su obra. La segunda personalidad: Janusz Glowacki, es un conocido escritor, dramaturgo y guionista, y muchas de sus obras han tenido éxito. Con Wajda no es la primera vez que trabaja; ya lo había hecho anteriormente en una película llamada En la caza de las moscas. Glowacki salió de Polonia por los conflictos políticos-sociales de principios de la década de los ochenta y desde 1983 vive de forma permanente en Nueva York. En Estados Unidos desarrolló su carrera de dramaturgo y consiguió llamar la atención en el ambiente teatral estadunidense con dos obras que lo hicieron más famoso: En la caza de las cucarachas (1986) y Antígona en Nueva York (1992). Sus obras son constantemente presentadas en muchos teatros del mundo. El tercer personaje es Lech Walesa, también muy conocido en casi todo el mundo por haber sido el iniciador de la caída del llamado socialismo real en los países del Este europeo; fue él quien organizó huelgas y consiguió que se reconociera el movimiento independentista llamado Solidaridad. Fue presidente de Polonia y ganador del Premio Nobel de la Paz. Muchos polacos quieren y agradecen a Walesa su valor por haber echado abajo esas estructuras socialistas envejecidas y no adecuadas a la cultura y el carácter nacional polaco; aunque también hay quien, y no son pocos, que no lo quieren; por el contrario, lo critican y atacan por muchas y diferentes razones. Otra cosa en común que tienen estas tres celebridades es que son más queridas y valoradas fuera de su país que dentro de él.
El actor que representó a Walesa, Robert Wieckiewicz, podría ser la posible futura personalidad en ser reconocida mundialmente, precisamente por su talento y por la representación de tan importante personaje. Se dice, incluso, según los medios de comunicación y la gente cercana a Walesa, que el actor lo representa mejor que el mismo personaje real. Wieckiewicz cuenta ya con una larga trayectoria en el cine polaco; ha actuado en un buen número de películas de diferente género, con reconocidos directores de cine y ha recibido algunos premios. Fue el actor principal en la película polaca En la oscuridad, de Agnieszka Holland, nominada por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, lo cual le dio más prestigio a su carrera artística. Casi al mismo tiempo, hacia el final del rodaje de Walesa. Hombre de esperanza, Wieckiewicz empezó a trabajar para otro famoso director polaco, productor, guionista y escritor de cine, uno de los mejores directores del género de comedia, Juliusz Machulski, en un papel sorprendente por el tipo de personaje después de haber actuado como el exlíder de los astilleros de Gdansk, nos referimos al papel de ¡Adolfo Hitler!
Karolina Cicha y Bartek Palga |
No es la primera vez que Robert Wieckiewicz colabora con Juliusz Machulski. Se puede decir que Wieckiewicz “pertenece al establo” de Machulski. Incluso, hace unas semanas Wieckiewicz declaró ante los medios de prensa que en una ocasión Machulski le dijo que siempre encontraría un espacio para él en alguna de sus producciones. A Juliusz Machulski desde siempre le ha gustado trabajar con los jóvenes, les ha ayudado a formar su carrera. Gracias a este director muchos actores y actrices de la escena polaca han saltado al primer plano de la popularidad. A Robert Wieckiewicz también le dio un fuerte empujón en ese camino. Machulski es conocido en el mundo del cine desde que era muy joven. Hijo de padres actores y talentosos, durante muchos años fue el productor, director y guionista más joven en el mundo cinematográfico. Se hizo famoso gracias a una película futurista, creada y dirigida por él mismo, la cual, hasta ahora, sigue gustando al público de todas las edades: Sexmisión (1983). Esta película entró en el canon de la comedia polaca, fue ganadora de algunos premios y fue elegida en 2008 por los lectores de la revista Film, la “Comedia de los Cien Años” (¿del centenario?). Después, Machulski aumentó su fama con la realización de otros filmes importantes, entre los que resaltan Vabank I y II, Kiler, Kiler-ów 2-óch, V. I. P., El Escuadrón y otras en donde actúa Robert Wieckiewicz: El dinero no lo es todo, Superproducción, Vinci, Canción de cuna y, la última, Ambassada (no se traduce el título original por el juego de las consonantes SS). Esta última película de Machulski, Ambassada, que también fue estrenada en este otoño polaco, es una comedia en dos épocas diferentes: la actual y otra, en 1939, un poco antes de que los alemanes invadieran Polonia. Todo se logra a través de un vehículo del tiempo que parece ser el ascensor. En un piso es un tiempo; en otro piso es otro tiempo. Los personajes centrales son dos jóvenes recién casados, que se van a vivir a casa del tío del esposo, en un edificio nuevo, moderno, en donde a inicios de la segunda guerra mundial se encontraba la embajada de Alemania y, por razones desconocidas, fue bombardeada por las propias fuerzas aéreas alemanas, quedando sólo los escombros del edificio. Con base en esta historia, Machulski construyó el guion de esta comedia.
Y si ya hablamos del cine polaco, vale la pena mencionar que también en este otoño dorado de Polonia se llevó a cabo la cuarta edición del Se-ma-for FilmFestival (del 9 al 13 de octubre). Fueron presentadas alrededor de 250 películas cortas y algunas de larga duración. Estuvieron presentes las mejores películas animadas, tipo stop motion, y también algunos de los creadores y productores de este tipo de películas. El evento tuvo lugar en la ciudad de Lodz, la ciudad de la cinematografía polaca, antigua ciudad de fábricas textiles. Sesenta películas fueron seleccionadas para tomar parte en el Concurso Internacional para la mejor Animación Stop Motion. Hubo tres categorías de evaluación: profesional, estudiantil y para los niños. Paralelamente al concurso principal, se abrió un concurso para seleccionar y premiar a la mejor animación polaca, en la que participaron veintisiete filmes.
Joanna Bator, autora del libroOscuro, casi noche |
Cambiando de tema, podemos comentar ahora sobre otro acontecimiento que se celebra en octubre, cada año, desde 1997, en Varsovia: la designación del ganador del premio literario, al mejor libro del año, que ofrece la Fundación del Premio Literario nike (que no tiene nada que ver con los artículos deportivos). Este año, el premio fue otorgado a Joanna Bator por su libro Oscuro, casi noche. El jurado eligió siete libros de entre los veinte nominados y en los que había novela, poesía, cuento, ensayo y reportaje. El domingo por la noche, en gran gala final, en la Biblioteca de la Universidad de Varsovia, se anunció el veredicto que otorgó a Joanna Bator el mencionado premio NIKE 2013.
Y ya que andamos por el campo de los libros, cabe mencionar que el exportavoz de prensa de Walesa, cuando éste fue líder de Solidaridad, Jaroslaw Kurski, escribió un libro sobre ese personaje, Wódz(El líder), basándose en la experiencia y cercanía que tuvo con Walesa en su calidad de portavoz de octubre de 1989 a julio de 1990. El libro acaba de aparecer en las librerías. Jaroslaw Kurski, después de haber trabajado con Walesa, empezó su carrera en el periodismo en 1992, como publicista político en Gazeta Wyborcza (periódico de izquierda moderada o de derecha liberal, uno de los más importantes diarios del país), donde sigue laborando como jefe de redacción adjunto. Es posible que aprovechando la coyuntura del cumpleaños de Walesa y la película de Wajda, el libro de Kurski tenga buena aceptación.
Hablando de homenajes en Polonia, por lo que se refiere al área de la música, en este caso la clásica, también tenemos otro polaco homenajeado y reconocido mundialmente: el relevante compositor Krzysztof Penderecki (quizá alguien recuerde que es el autor de la música de la famosa película El manuscrito encontrado en Zaragoza). En este año, con motivo de su cumpleaños ochenta, el compositor ha estado lleno de actividades “festejando”. Todo el año ha sido agasajado y homenajeado; recibió hace unas semanas el doctorado honoris causa en Universidad de Cracrovia, pero lo más importante para él es el festival que se llevará a cabo en Varsovia, del 17 al 23 de noviembre con motivo de su aniversario (su cumpleaños es el 23 de noviembre). Por esa razón, al festival se le ha denominado El Festival de Krzysztof Penderecki. Se presentarán algunas de sus obras dirigidas por amigos famosos del compositor –él mismo dirigirá el día de la apertura–, y por ejecutantes que siempre han estado ligados a su música.
Sobre el tema de la música podríamos comentar dos eventos más. El primero se refiere al concierto que ofrecieron cuatro cantantes mexicanos acompañados de un pianista de origen polaco, quien vive desde hace muchos años en México. El concierto se llevó a cabo en la famosa Sala de Conciertos Witold Lutoslawski, el 16 de octubre, con motivo del 203 aniversario de la Independencia de México. Durante el concierto fueron ejecutadas piezas, sobre todo mexicanas, de diferente género, iniciando con un vals de Ricardo Castro, del siglo XIX, pasando por fragmentos de zarzuela hasta melodías muy conocidas como Bésame mucho. Los artistas mexicanos estuvieron acompañados por la Orquesta de la Radio Polaca, dirigida por Lukasz Borowicz. El segundo evento es el concierto que se llevará a cabo en un club de jazz varsoviano, en el que se presentarán Karolina Cicha y Bartek Palga del Grand Prix y Premio del Público (2013) en el Festival Folklórico de la Radio Polaca, Nueva Tradición (evento muy prestigioso). En su último disco, Muchos idiomas/ 9 lenguas, su música es interesante e impactante, más que música tradicional es una mezcla de ésta con ritmos modernos, electrónicos, muchos de ellos ejecutados por Karolina Cicha, una chica multi-instrumental: piano, acordeón, looper, voz,percussion triggers, y Bartek Palyga, violonchelo eléctrico y chelo eléctrico, canto difónico (voz de la garganta), flauta, mandola, arpa de boca. La música propiamente tiene su influencia del este de Polonia, dentro y fuera de sus fronteras: Lituania, Estonia, Ucrania, Bielorrusia entre otros países. En el este de Polonia viven comunidades de lituanos, ucranianos, bielorrusos y rusos. Cicha proviene de esa región, donde antes de la segunda guerra mundial habitaba también una comunidad grande de judíos. Es una región donde se unen y entrecruzan culturas y etnias; donde se profesan diferentes religiones y se hablan distintas lenguas. En cambio, Palyga tiene una fuerte influencia de la música y canto de Asia Central y de Asia Occidental.
Krzysztof Penderecki |
Siguiendo con la racha de octubre en Polonia, ahora en el teatro, bajo la consigna “Mundos Paralelos”, se inicia el Festival Reminiscencias Teatrales de Cracovia. La estrella principal de este año es el grupo Rimini Protokoll, de Alemania, con su proyecto 100 Por Ciento Cracovia. En el teatro, la conocida actriz polaca Katarzyna Warnke piensa debutar como dramaturga y directora en el teatro varsoviano Nowy, con una obra escrita y dirigida por ella: El seductor. Por otra parte, en el teatro TR Warszawa se presenta de nuevo, después de una larga pausa, la obra: 4.48 Psicosis dirigida por Grzegorz Jarzyna. Últimamente, esta obra se presentaba sólo en festivales de teatro en el extranjero. El estreno tuvo lugar hace once años. Es una historia sobre mujeres que están al borde del suicidio. La obra 4.48 Psicosis es el último texto que la autora, Sarah Kane, alcanzó a escribir– a los 28 años antes de suicidarse.
Regresando al tema con el que iniciamos este escrito, sobre el exlíder y expresidente de Polonia, Lech Walesa, en octubre, cuando regresaba de Londres, después de haber estado en la presentación de la película de Wajda Walesa. Hombre de esperanza, en el aeropuerto se encontró con un controlador de aduanas muy apegado a la ley quien, pese a encontrarse ante importante personaje, le hizo abrir su maleta para revisarla. Según los medios de comunicación, Lech Walesa, después de la presentación de la película, recibió de regalo cuatro botellas de champaña que metió en la maleta de viaje. Cuando pasó por el control electrónico, en el monitor aparecieron las botellas. Los controladores británicos no quisieron hacer excepción a la regla y decomisaron las botellas bajo la justificación de que en el territorio de la Unión Europea está prohibido subir al avión con contenedores de líquido de más de 100 mm. El expresidente, furioso culpó a la gente de la embajada polaca de negligencia, ya que pudieron haberle arreglado el paso de vip sin complicaciones. Aunque sin botellas, afortunadamente el expresidente Walesa pudo regresar a Polonia sin más complicaciones.
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