lunes, 9 de junio de 2014

NADA DEBO, Lina Zerón

NADA DEBO

He repasado mis pecados
desde que tengo memoria
hasta el día que empecé a vivir sin prisa,
y desconozco el porqué tanto castigo;
yo entera soy vestigios de otra hembra,
con la que ahora no me identifico.
Cada noche le pregunto a Dios, -¡Qué te debo!-
Lo que sea, cóbrame de otra forma,
mantén sin dolores mi cadera,
restaura la gastada vista de mis ojos,
o devuélveme la energía de los treinta,
que no sienta que el tiempo me sigue devorando,
y que el reloj cese de marcar la última hora.
El cuerpo al alma le pregunta si la ha ofendido,
pero enérgica responde:
“ni son los pecado, ni fue la prisa
nada debes, nada estás pagando,
es el miedo a no valerte por ti misma”
Soy hermosa fragata …
hundiéndose
lentamente
en el agua.
LZ
Del libro: Las entrañas del viento. amarillo editores, México 2011

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